Odilario era un joven nacido en los Estados Unidos, vivía en un barrio que a pesar de no ser lujoso podía presumir de ser seguro. Tenia los gustos típicos de alguien de su edad y gustaba de salir a caminar y observar a los demás al mismo tiempo que deseaba saber que pensaban, le agradaba hacer eso.
Aunque por su timidez jamas entablaba conversación alguna con desconocidos y esa parte de su vida lo convertía en alguien muy atractivo para los demás que siempre imaginaban otra cosa menos que era el tipo mas inseguro en este mundo incapaz de comenzar una platica por miedo a que se burlaran hasta de su nombre entre muchas otras cosas que hacían de el un completo looser, inclusive llegaba a sentir asco por si mismo, ¿en que momento un ser tan joven puede sentir que su vida es una mierda?.
Así pasaba sus días pidiendo por algo que lo hiciera sentir vivo y que lo ayudara a dejar de sentirse tan miserable. Un buen día mientras recorría el barrio como era su costumbre, se topo con alguien que le cambiaría la vida alguien mucho mayor que el, se vieron de frente y se identificaron de inmediato a pesar de la diferencia de tamaño, peso y hasta de raza, es lo mas normal viviendo en un país lleno de inmigrantes.
Odilario se acerco a el con el temor ser rechazado pero fue todo lo contrario, ojalá hubiera sido así. Odilario no sabia hacia donde iba en realidad, con el tiempo se convirtieron en grandes amigos compartían platicas y aventuras...secretos y uno de ellos al ser revelado y compartido con el, lo llevo a un camino que no tenia regreso y lo supo muy tarde hasta que la náusea que sentía en su estomago lo hizo sentirse morir parecía que tenia un hervidero de lombrices viviendo en el, llego a sentirse asqueroso y el dolor al orinar y vomitar sangre era insoportable, cada vez era mas difícil respirar y su aliento era mas apestoso que una comida echada a perder por tanta mierda que había consumido, la misma que le compartió su gran amigo, era la que lo tenían así.
Odilario no lo podía creer, sus plegarias habían sido escuchadas, al fin tenía algo diferente en su vida. No aguanto mas y se desvaneció sus familiares lo llevaron al hospital y después de unas cuantas horas el doctor salió a dar su diagnostico, pidió a una persona que se hiciera responsable de el, su situación era complicada un virus mortal lo habia atacado y era necesario tomar una decisión, desconectarlo o dejarlo morir con un sufrimiento terrible, después de compartir una mirada de complicidad por parte de sus familiares la decisión estaba tomada -Pongalo a dormir- fue la orden.
Pasaron a despedirse pero el no los escucho estaba totalmente sedado eso facilito las cosas y la despedida, se acerco aquel que ordeno lo desconectaran y solo pudo decir unas palabras entre dientes -Perdoname, se que tu harías lo mismo por mi- Odilario soltó un suspiro dando señal que lo había escuchado y su familiar se hecho para atrás asustado sintió un gran remordimiento y soltó en llanto, el también sufría.
Salio de la habitación y se fueron a casa...Odilario había quedado atrás, solo en un cuarto de hospital...abandonado y no esperaron a verlo morir sabían que no lo resistirían, cobardes.
Así paso el fin de semana con caras largas en casa por la ausencia de Odilario llegando al lunes con las mismas ganas y humor del sábado anterior pero con la desesperación de que no habían recibido la llamada para ir a recoger el cuerpo, fue a medio día que que tenían planeado ir a reclamarlo, cuando sonó el teléfono.
Era el mismo medico pero con un tono alegre, el milagro había ocurrido Odilario había logrado vencer el virus, no lo podían creer pero era cierto había regresado, flaco en extremo por la deshidratación y la falta de alimentos y totalmente desalineado con el rostro lleno de dolor pero estaba vivo Odilario lo había logrado.
El doctor les explico lo inexplicable resumiendo que era un completo milagro, el sábado que era el día de ponerlo a dormir no pudo porque tuvo una cirugía de emergencia que le tomo mucho tiempo realizar y decidió aguantarlo al día siguiente, solo ordeno que no suspendieran los antibióticos y el suero, así llego al domingo por la tarde y sus signos vitales mejoraron al mismo tiempo que el dolor mermaba -Mas de lo mismo- ordeno el doctor al ver la reacción y la forma de revolcarse entre la vida y la muerte, pensó el doctor (merece la oportunidad de seguir luchando) y en base a esas ganas de querer vivir llego al lunes ya sin el virus.
Pueden pasar por el cuando quieran esta dado de alta desde este momento.
Una vez hecho lo anterior, Odilario y su familia decidieron emigrar a otro país dejando atrás todo.
Odilario consiguió una pareja y ahora vive con ella como cualquier familia. Si, así como cualquier Familia que ignora la existencia del otro, hijos que no obedecen, una pareja infiel, hambre, sed, y un largo etcétera y deseando en muchas ocasiones que el mortal parvovirus hubiera acabado con el. Pues que mas da... si es sólo un "pinche perro salchicha".
Cada vez mas...vivo. Odi...lario.
martes, 18 de enero de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)