martes, 28 de agosto de 2012

Mi querido viejo.


Un día te descubres sin fuerzas por lo menos para levantarte de la cama, y al poco rato vagando por la calle observas a la demás gente que creen que no te das cuenta que una simple mirada te discriminan, ignoran, insultan, juzgan o te dejan saber el asco que puedes provocarles, creen que no lo sabes. Pero lo sé. Y luego te das cuenta que eres un anciano, bueno así creo que será.

Unos días de visita la hospital me bastaron para darme cuenta de lo mucho que pueden llegar a deprimirme la gente enferma y senil, y me recordé lo mucho que yo mismo puedo llegar a deprimir a los demás, pero esa es otra historia, al observar su aspecto sucio, y muy descuidado darme de cuenta como son ignorados por las enfermeras me deprimí, y mas al ver su cuerpo cansado que cada vez se encoge mas y se hecha a perder con mas facilidad, me dieron ganas de llorar y es que ¿quisiera saber que les alienta a seguir así día a día? ¿de donde sacan fuerza para agradecer por otro despertar? quizás me dirán que estoy mal pero estoy seguro que habrá quien maldiga por ese despertar, no dudo que existan ancianos felices y orgullosos por su vida recorrida pero no dejo de pensar en lo cruel que es pensar que tu conteo esta en la parte final.

Ver a un anciano postrado en una cama esperando su final, solo, sin ayuda, sin nadie que lo visite, resignado, fingiendo dormir para no tomar esos horribles medicamentos para el y que todo esto le hagan pensar en el karma, y creer que esta solo en ese cuarto porqué quizás en su juventud fue un culero (aquí es donde mas me identifico con ellos) y que finge estar bien tal vez para castigarse y poder encontrar un poco de arrepentimiento con Dios para no ser juzgado tan severamente, no se, y lo que mas le admiro y entiendo es que pese a todo tiene la suficiente calma para esperar su final, para terminar con esa vida de manera natural, vida buena o mala pero que el nunca pidió, quizás para no cargar con mas pecados.

Recuerdo una vez que de joven dije que no quiera llegar a los treinta y justamente a los treinta mi vida se partió en dos, ahora muchos me dicen que crezca que madure que deje esos pensamientos de suicidio, a lo que respondo, pendejos yo no hablo de suicidio esa gente me da algo mas que asco, yo me refiero a lo duro que significa tener que vivir sin motivos, solo por miedo a la muerte, o hacerle caso al estúpido instinto de sobrevivencia, de ganas de vivir nomas para sentirse querido por que le dicen a uno "no te vayas, aquí le haces falta a muchos" "aun tienes muchas cosas que hacer" y pues igual y si, pero me da por pensar en el egoísmo de esa gente que no te deja ir, que no deja que descanses en paz. Y ahora digo que no me gustaría pasar de los cincuenta y me creanme que me esfuerzo por lograrlo, tantos corajes, berrinches, estrés y borracheras de mi parte, son plan con maña para conseguirlo, no crean lo hago con gusto. 

No se como será mi vida de viejo, bueno eso si con mucho dolor y frustración por esta discapacidad, y muchas veces he dicho y reitero que no la quiero tener, no por lo menos ahora que no tengo los motivos para ello, pero si la consigo, seguro seré un viejo de esos borrachos, lleno de historias con mentiras, seré un viejo raboverde y cada noche buena juntare a mis nietos (que nunca tendré) al rededor del árbol a contarles historias, mismos nietos que serán mis compañeros de putas, que me harán sentir el mejor abuelo del mundo, ser un abuelo de esos que sus compañeritos digan "no mames, yo quiero ser un abuelo así cuando sea grande" o sea, ser un pinche viejo cabron que aconseje a todo mundo, que no necesite de ni madres para estar bien, que mi mayor distracción sea acomodar mi ropa por colores y quizás hacer ranitas de hojalatas de colores, y porque a final de cuantas no te puedes decir viejo si no tienes para platicar y presumir las mejores historias además de mil aventuras con las mujeres mas sabrosas que puedan existir , aunque nunca las hayas tenido.

P.D.: Lo que la demás gente que me critica y juzga cuando me ve por las calles, es que estoy consciente de ello. De mi vejez, y que cada vez que me observo veo algo horrible y despreciable, que cada mirada al espejo me hace sentir miserable y vez mas cerca de mi final, pero pues y que. Al fin que por un momento fui capaz de mover al mundo.