El boxeador.

Estos últimos años llego de trabajar sólo a terminar los quehaceres de la casa, organizar mis cosas y cocinar lo que pueda para no seguir tragando alimentos congelados, casi no tengo dinero, pero siempre y no se por que, pero me alcanza para una botella de whiskey (del mas barato), películas pirata y medicamentos controlados, porque es la única forma que tengo de drogarme y ser socialmente aceptado, además de que también es una buena manera de disfrutar viejos recuerdos y sacar fuerzas para mentir a los demás, diciendo que estoy bien, a parte de ser un buen comienzo para meterse a la cama y comenzar a familiarse con la soledad y sus efectos secundarios y para que de paso sepas que siempre estarás solo, dormir bajo esos efectos anima al espíritu a desprenderse, a salir, a buscar a ese alguien que un día te prometió, siempre estar a tu lado. Y para que cuando regrese sin éxito, te observe desde fuera y se ría de ti, se ría de uno mismo, pero también aprovecha para ahuyentar a los demonios que siempre me rodean incitandome a tirarme al vacío. 

Y es así como despiertas al día siguiente después de un sueño placentero sintiendo que ella esta a tu lado, y tu con un apeste de boca insoportable, pero contento por esa sensación de acompañamiento y te alegra pensar que quizás la encuentres en la cocina preparándote el desayuno metida en una diminuta tanga, y te emociona aún más saber que estas con alguien que es capaz de dar la vida por ti y por fin dejas a un lado tu egoísmo y piensas que hay un verdadero motivo de peso para ir a trabajar, para dejar de beber y poder tolerar al mundo sin caer en la tentación de asesinar a toda la bola de pendejos, que siempre te joden la vida diciéndote, que la tuya, tu vida, tuya de ti, es un asco y esta completamente vacía, pero ¿que les importa que no haga nada bueno con mi vida?. No me importa, y los compadezco, pero también los envidio, pero mas los odio, porque yo jamas volverá a sentir el piso frío, mucho menos caminar como Bambi después de una buena peda, o llenarme de la exquisita fragancia que te da tirarle el bouquet a el calzón que le quitas a una mujer antes de coger, pero tampoco ellos jamás sabrán lo que significa vivir con una mente como la mía, además seria demasiado para ellos, así que mejor se guarden sus consejos porque nadie se los ha pedido y menos han podido ayudarme. Nadie puede hacerlo. Y por eso ahora me refugio con mis mejores amigos, el alcohol, mi blog y un tríptico que me dieron en el psiquiátrico que curiosamente siempre me dice que hacer cuando estoy a punto de estrellar mi cabeza contra la pared. No necesito más apoyo que eso.

Y por eso tampoco no entiendo a la gente que poestea imágenes y frases de autosuperacion, gente que esta igual o peor que yo y escribe maravillas de la felicidad, como si viviera en ella, no entiendo como pueden ser tan falsos, una cosa es rezar y ayudar a tu espíritu y otra vivir de falsedades. Uno debe escribir desde el sufrimiento, con lo que te dictan los demonios internos; sintiendo cómo duelen las palabras al salir, al mismo tiempo que la neuropatia recorre tus piernas llenándolas de ardo, comezón y descargas eléctricas, o sintiendo las nauseas por tomar alimentos echados a perder cuando estabas totalmente ebrio y querías bajarte. El madrazo que me dio la vida estuvo fuerte, pero no lo suficiente para noquearme, se necesita mas que eso, pero sus efectos fueron devastadores y no se cuanto mas aguante, quizás cuando un día sin fuerzas caiga de mi silla y me golpee tan fuerte que muera desangrado internamente o tal vez un buen día de vuelta la rueda de la fortuna a mi favor y la persona a la que cada noche sale a buscar mi espíritu decida regresar a tomar la propuesta que le deje en la mesa antes de irse, como sea, si ustedes la ven no le digan nada, no tiene caso porque ella siempre esta conmigo sin decir nada.

Y es así, que quizá por esto aborrezco la idea de una vida normal, de un trabajo fijo, de seguir rutinas para cuidarme y vivir bien, haciendo todo para que el día de mañana tenga una mejor vida. Porque a final de cuentas ¿para que me serviría una mejor vida, si esta llena de falsedades y cosas sin chiste alguno?.

Ahora compermisito que tengo que salir a vender un par de pies semi usados, aun en buen estado, pero que a mi ya no me hacen caso.

Los Reyes Magos si existen.

Me da pena pensar que te fuiste maldiciendo a tus padres, pero ellos no sabían lo que en realidad querías, por el contrario, donde estés, siéntete feliz porque sin ellos nunca habrías sido capaz de sentir la adrenalina que se tiene al andar disfrazado en este mundo. 

Toma te dejo esta muñeca, la que siempre quisiste recibir de Reyes en esta noche y en la que a cambio recibías otros juguetes que jamás te gustaron, pero te repito, no culpes a tus padres por dar la carta equivocada a los Reyes Magos, es que ellos al igual que todo mundo creían que nosotras no sabíamos, pero que equivocados están, por eso ahora, aunque ya no estés procuro disfrutar mintiendo, procuro reír mientras lloro al darme cuenta como se burlan de mi (y de ti) cuando toda esta gente que se da golpes de pecho cuando nos ve pasar caminando con estos incómodos tacones, pero que por las noches nos buscan asiduos de amor y pasión, y que cuando van acompañados les provocamos asco, mismo asco que me provoco cuando me miro al espejo y me veo disfrazada, y siento que nunca será tan grande como el asco que siento cuando me miro como lo que soy realmente. 

¿Recuerdas cuando discutíamos? Qué queríamos mudarnos a un lugar donde no fueran tan ingenuos y que acepten que nos aceptamos y queríamos integrarnos a ellos, con todo y mi horrible nombre, y mi cabello rubio que me hace ver más horrible porque mi color moreno nunca me ha ayudado a ser aceptada, pero que me lo tiño buscando ser bonita, ser deseada y sentirme hermosa a pesar de tener una apariencia horrible y lo peor, que, mi vida no es algo digno de ser tomada como un ejemplo sino todo lo contrario. Recuerdas como luchábamos para que este fétido mundo tuviera un poco de significado para nosotras, y como juntas no dejábamos de creer y luchar para que se nos respetara en todo momento, juntas nos consolábamos y gritábamos desde nuestra trinchera que dejarán de fingir lo que todos saben y que creen que no lo sabemos, aunque en realidad es que no saben. Recuerdas como juntas no dejábamos que ninguna quinceañera se quedará sin el vals de sus sueños y le dábamos otra cara a todos los que se cortaban el cabello con nosotras.

Ahora sólo espero que allá donde estés, el mundo sea más parejo y por fin estés disfrutando de la libertad de sentirte mujer sin perder tu masculinidad, espero que estés descansando en paz y que por fin puedas enviar cartas a los Reyes Magos pidiendo lo que realmente quieres, yo por mientras dejare que sigan creyendo que no se quien te mato, aunque yo se quiénes fueron, fueron los del escuadrón que esa fría noche de diciembre te dieron unos tragos de aguardiente y te dejaron juntar con ellos después de que saliste triste de aquí porque habíamos discutido y que al no dejarte poseer por ellos, te golpearon y cargaron hasta la orilla del segundo piso de la vieja construcción donde viven y te arrojaron al vacío de cabeza, matándote, pero no denuncio porque es mi palabra, palabra de esta mujer contra la de esos hombres que su único delito según la sociedad es su alcoholismo y falta de ganas de vivir, por eso no denuncio. 

Descansa en paz. Gaby o Gaviota o Gabriel como realmente te llamabas, como sea, pero descansa en paz, te quiere, Nahomi o christian, o Roberto como realmente me llamo. Te amo.