Esa mañana Fabian despertó con toda el hambre del mundo, pero también con el hastío y la náusea que no lo dejaban vivir tranquilo desde hace tiempo. Volteo la mirada y vio de reojo a Paula su mujer, se acerco y le dejo un beso como todas las mañanas, pero esa vez todo era diferente porque simplemente había decidido que todo cambiaría para bien, o para mal, después le susurro un te amo al oído, se levanto de la cama y extendió sus enormes alas, miro al rededor de su pequeña casa y vio la pobreza extrema que sufrían, ya no hay más, pensó.
Así pasaron algunos días en los que planeaba como salir de esa situación, estaba confundido y no sabia a bien que hacer, no sabia a donde ir, a donde volar y se dio cuenta que esas enormes alas que le nacían de la espalda eran mas inútiles que nunca, por que nunca las había utilizado, pero jamas renegó o cuestiono el por que las tenia, simplemente aprendió a vivir con ellas sin utilizarlas. Los días pasaron y decidió regresar a esa tierra que tantas veces lo lleno de alegrías pero mas de nostalgia. Mujer, toma lo necesario y vámonos le dijo, el empaco un par de pantalones, una medalla, el único regalo de su madre, sus ganas de salir adelante, se dirigió al Cristo de la pared ese único testigo de tanta pasión y amor que sentían ambos y le suplico algo mas que valor para salir adelante, ella solo tomo un par de cosas y sin decir nada, lo tomo de la mano como aquella noche de septiembre en la que enfundada en su chamarra blanca, con su manos entrelazadas y sus enormes arracadas que iluminaban todo, y tambien sin decir nada y solo un par de besos y una mirada de sus ojos color chocomilk le dijo que estuviera donde estuviera o con quien fuera no importaba por que su corazón y vida eran solo para el. Y echaron a andar juntos.
y así se dirigieron a Tijuana, todo estaba listo, perforarían la frontera como fuera ¡como fuera! el primer paso fue fácil y rápido, una caminata por un túnel subterráneo y estaban del otro lado, así estuvieron agazapados en un motel junto con otras diez personas esperando turno a salir rumbo a San Diego y de ahí a L.A destino final donde al fin serian libres y poder comenzar de nuevo. Pero el diablo, es el diablo y al filo del medio día se escucharon sirenas de patrulla, Fabian se incorporo y extendió sus alas como reflejo y acurruco a Paula entre ellas, era lo menos que podía hacer por la cómplice incondicional de toda su vida y quizás de otras tantas mas, quien sabe. Y ella siempre se sentía segura en esos brazos que todas las noches pasara lo que pasara, le brindaban una casa donde refugiarse y el le contaba las historias mas sorprendentes que le inventaba durante el día, ella lo amaba por su pureza y la libertad que le brindaba, y por que simplemente el la amaba con la fuerza de mil soles y siempre haría lo que fuera por ella, se que nunca lo harás pero tengo miedo de que un día te me escapes volando, le dijo Paula, quizás seria mejor si me las cortaran, total siempre me siento atrapado, como canario en una enorme jaula, le contesto Fabian.
Un fuerte golpe corto de tajo el silencio, entro el guía y les grito que corrieran hasta la camioneta que estaba en el patio, que no se fijaran en nada, que no voltearan la vista pase lo que pase, así Fabian tomo a Paula y echaron a correr a "la troca", comenzaron a salir policías de todos lados pero la camioneta que ya estaba encendida y en marcha estaba y también cada vez mas cerca, por fin llegaron a ella y Fabian como pudo aventó a Paula y logro que subiera, se le pudo dibujar una leve sonrisa al mismo tiempo que estiraba la mano para agarrarse de la puerta y subir, ¡Uno!, ¡dos! y ¡tres! disparos de escucharon y Fabian había recibido uno en plena espalda que además le partió la medula cayendo de inmediato al piso, ¡NO! grito Paula al mismo que se alejaba cada vez mas la camioneta, ¡vuela changuito! ¡vuela amor! no me dejes que estoy embarazada... no me dejes; le grito ella, el como pudo se quito la mochila de la espalda y por primera vez extendió sus enormes alas para usarlas para lo que eran ¡Para volar! y sabia que ya nada importaba que pasara lo que pasara estaba con la mujer que amaba y por fin estaban cerca de encontrar la libertad, por fin, ya nada importaba.
Sacando las fuerzas que le pidió a su Cristo, puso sus manos en el suelo, arqueo la espalda y jadeando logro elevarse, y se vio por un instante tocando el cielo, pasando a la eternidad, sus grandes alas sentían el aire frío pero sabia que todo por fin valía la pena, y así comenzó la persecución, los policías no daban crédito a lo que sucedía y el aprovechaba para escapar, pero de nueva cuenta se escucharon tiros y varios de ellos le dieron, ella se tomaba la cara gritando y llorando desesperada, pero por fin respiro profundo y susurro -Adiós, mi amor- el como pudo y con las pocas fuerzas que le quedaban, logro darse vuelta en el aire, sabia que si no moría por las heridas de bala, lo haría al caer al suelo y no queria ver ese momento, los pocos segundo que quedo suspendido le fueron como toda una vida, pudo ver dibujado en las nubes el freeway que lo lleva hasta su casa, donde lo esperaba su hijo no nacido jugando con su perro, y su hermosa Paula, que lo esperaban después del trabajo. Pudo por un instante verse feliz y completo, inclusive y sin quererlo dio gracias a Dios por todo eso, al final cayó y su cuerpo pareció explotar por dentro y en medio de un enorme charco de sangre quedo muerto, como enorme pájaro cazado y muerto por las circunstancias injustas de esta vida, por un momento se paro el mundo y giro al revés, por un momento murió el amor.
Paula logro llegar a Las Vegas donde dio a luz a Felipe de Jesús que desde supo la historia y pudo, iba a la frontera a visitar una tumba inexistente, la tumba del hombre de enormes alas pero de medula y corazón partidos.