una, dos, tres por mi.

La primera vez fue muy rápido un abrir y cerrar de ojos seguido de un gran dolor en la cabeza por el golpe de la caída, no hubo esa luz blanca al final del túnel, ni mi vida paso frente a mi. Nada, solo el cielo mas azul que jamas haya visto y luego una tranquilidad enorme, para después despertar en una cama de hospital rodeado de llantos y sonrisas nerviosas, con unas palabras de bienvenida de un doctor "libraste lo difícil hijo" ahora hay que operar y arreglar todo lo que se rompió, así fue la primera vez que estuve cerca de ella, diré de "ella" porque todo mundo se refiere a una mujer cuando se trata de la muerte, así fue mi primer encuentro con ella.

La segunda vez fue mucho mas dolorosa no solo física también mentalmente. Un pinchazo y en unos segundos te dormirás para que entres a cirugía, me dijeron, pero paso el tiempo no se cuanto y yo seguía sintiendo, escuchando, no podía hablar, no podía moverme, no podía decirles que me estaban lastimando y que son unos pendejos porque no se han dado cuenta que no estoy totalmente dormido, ahora se que así se siente el estar enterrado vivo, no ves nada, no puedes hacer nada, solo aguantar, no se cuanto tiempo paso pero comencé a sentir un enorme frío, ya no escuchaba voces lo que lejos de calmarme aumentaba mi desesperación, luego un extraño sentimiento me abrazo, esa clase de sentimientos que no puedes comparar con algún otro, sabes que es nuevo pero no placentero, era un sentimiento de muerte, la extraña e inquietante certeza de que ha llegado la hora de tu final y tuve miedo, un miedo inmenso, apreté mis puños y tensé mis extremidades, como si con eso fuera a impedir que mi alma abandonara mi cuerpo, luego un grito que se ahogo en el vacío porque se que nadie lo escucho, luego me tranquilice entre en un estado de relajación y solo pude pensar en lo que seguiría, ¿la vida eterna? ¿el infierno ? (seguramente) o simplemente nada. pero nada de eso ocurrió, seguía vivo lo se porque comencé a escuchar al doctor decir que había hecho todo lo humanamente posible, pero que se presento una emergencia y que la operación había sido un fracaso y que le diéramos gracias por haber salvado mi vida. Hijo de puta toco la aorta provocando que perdiera mas de dos litros de sangre y me pide que le de las gracias.

Hace un par de años, después de otra cirugía se presento la tercera, esta vez fue muy diferente, por fin me dio la cara, estuve frente a frente con ella, pude ver como era, la morfina que me inyectaron para calmar los dolores me ayudo a distinguirla estaba escondida entre las cortinas de la ventana se acerco a mi, no es como la dibujan con una túnica negra, ni con tremenda guadaña mucho menos esquelética, es blanca muy pálida mejor dicho, luce triste pero esta llena de paz, no inspira terror, solo serenidad, es hermosa es la mujer perfecta para enamorarse, se acerco lentamente como olfateando, revisando si queda algo de sentimientos en mi o tal vez buscando la ultima gota de vida, en eso voltea y me mira directo a los ojos y me reflejo en ellos, por dios, soy yo pero no alcanzo a reconocerme, estoy lleno de rabia de impotencia y otros sentimientos que me deformaron al paso del tiempo, me apague ante su mirada pude ver como era realmente y en ese momento me sentí desvanecer sentí que ya nada importaba, fue cuando me hablo y jamas olvidare su tono de voz tan dulce diciendo -Ven conmigo- y al escucharla sentí un terror enorme, no me quería ir apesar que su voz era tan dulce y su rostro tan hermosos el mas hermoso que haya visto jamas y juntando fuerzas y pasando tragos de saliva logre responder -¡NO!- sus bellos ojos se abrieron tan grande que me perdí en ellos y así nada mas se desapareció, voltee a todos lados y no la encontré por ningún lugar, sentí una enorme paz, Me sentía feliz y —¿por qué no?— comencé a carcajearme. No anoté nada de esto en ningún lado porque estaba seguro de que no lo olvidaría fácilmente... y tenía razón, aún lo recuerdo a la perfección.



Sigo vivo, no se por cuanto tiempo, no se si como dicen la vida o dios o la misma muerte me dio otra oportunidad, solo se que mi vida cambio completamente y como muchos me dicen, volví a nacer y como tal tengo que aprender hablar, a caminar (no lo creo), a crecer, a vivir esta nueva vida, no se que será de mi en el futuro tal vez me esperen cosas buenas o cosas peores y algún día tenga que suplicar aquella que alguna vez le dije que NO, porque a final de cuentas que mujer puede perdonar que le digan que no. digame usted.

A veces siento que hace mucho tiempo morí en un accidente de trabajo y aún no me he dado cuenta. Bien por mí. ODIE